El día en que Dios se disfrazó de jugador de baloncesto

“That was God disguised as Michael Jordan.” Esa frase de Larry Bird define el partido de playoffs de 1986 que enfrentó a Celtics y Bulls. Era el segundo partido de la serie y Jordan se fue, tras prorroga, a los 63 puntos. Poco importó que Chicago perdiese ese partido y que, a la postre, perdiese la serie. Una leyenda había nacido. Leer más de esta entrada